Los equipos de protección personal contra caídas son importantes cuando se hacen trabajos a gran altura. Si usted sufre una caída y el equipo de protección lo salva, puede quedar suspendido del mismo durante varios minutos. Durante ese tiempo, la sangre se le puede acumular en las piernas, privar al cerebro de oxígeno y causar intolerancia ortostática, o trauma por suspensión. Si no es rescatado rápidamente y usando los procedimientos apropiados, el trauma por suspensión puede tener efectos duraderos y hasta causar la muerte.

Usted probablemente haya visto ejemplos de intolerancia ortostática sin saber su nombre. Cuando los soldados se paran en posición de atención, o un novio nervioso está parado demasiado tiempo en el altar, pueden sufrir intolerancia ortostática y desmayarse. Debido a que los músculos de las piernas no se mueven lo suficiente para mantener el flujo de sangre de regreso al corazón y al cerebro, la sangre se queda en las piernas haciendo que la persona se desmaye. Colocando el cuerpo en posición horizontal, el flujo de sangre queda restaurado y la persona se recupera.

Si usted queda suspendido de su equipo de protección contra caídas, quedará en posición vertical, con los pies colgando. Si se mantiene esta posición durante un período prologado de tiempo, puede causar la intolerancia ortostática y usted se puede desmayar. Sin embargo, su equipo no lo dejará caer a una posición horizontal, y la sangre se le quedará en las piernas. Los músculos inactivos de las piernas usarán todo el oxígeno contenido en esa sangre y comenzarán a quemar grasa para sobrevivir. Si alguien lo coloca de repente en posición horizontal, por ejemplo durante un intento de rescate, esa sangre sin oxígeno puede fluir al resto de su cuerpo (síndrome de reflujo) y causar daños en los órganos vitales, cerebro y hasta hacer que el corazón le deje de latir.

Para evitar el trauma por suspensión cuando quede colgado de su equipo de protección contra caídas, primero debe conocer los síntomas que puede experimentar, tales como desfallecimiento, náusea, mareo, sudor, palidez y visión limitada. El riesgo de sufrir trauma por suspensión puede variar según las condiciones del tiempo, el choque y las lesiones sufridas en la caída, la pérdida de sangre y su estado de salud en general.

Aprenda las técnicas que le ayudan a mover los músculos de las piernas, por ejemplo tensándolos y relajándolos y subiendo las piernas a la posición sentada. Hacer estos ejercicios puede ser muy difícil después de una caída, por lo que se debe considerar añadirle correas para los pies a su equipo de protección contra caídas, lo que le brindaría un punto de apoyo contra el cual hacer fuerza.

Preste mucha atención a los procedimientos de rescate apropiados para el trauma por suspensión y para evitar el síndrome de reflujo. Tenga preparado un plan de rescate rápido para trabajadores que queden colgando y procúreles atención médica de inmediato. Cuando rescate a un trabajador que haya quedado suspendido de su equipo de protección, no lo acueste en posición horizontal. Colóquelo sentado con las piernas hacia delante. Mantenga calmado al trabajador y vigílelo constantemente para no dejar que se desmaye y caiga a la posición horizontal. Lleve de inmediato al trabajador rescatado a recibir atención médica y asegúrese de que el personal médico esté enterado de la posibilidad de trauma por suspensión.

No ignore la seguridad. Aprenda las técnicas correctas de prevención y rescate rápido para evitar el trauma por suspensión.