La cabeza es la parte más importante del cuerpo y debe protegerse de las lesiones. Usar un casco es la primera línea de defensa para la cabeza. Nos ayuda a protegernos de posibles daños cerebrales u otras lesiones en la cabeza causadas por caídas o objetos que vuelan. Un casco también puede proteger contra descargas eléctricas y quemaduras. Los cascos son un requisito en cualquier lugar de trabajo donde estén presentes estos riesgos.

Lo que sus empleados necesitan saber sobre los cascos

Los cascos funcionan combinando una carcasa exterior rígida con un sistema de suspensión (la parte interior ajustable). La carcasa desvía los golpes mientras que el sistema de suspensión ayuda a absorber el impacto y lo distribuye a lo largo de un área más amplia de la cabeza, minimizando la fuerza al cráneo. Para que funcione correctamente, el sistema de suspensión debe estar ajustado adecuadamente para que haya un espacio entre el casco y la cabeza del usuario. Esto proporciona una ventilación adecuada y resistirá mejor cualquier impacto.

Las inspecciones regulares son críticas, ya que los cascos se deterioran con el tiempo. Los cascos almacenados en calor extremo o luz solar directa pueden desgastarse antes o dañarse más rápidamente.

Cuando un casco recibe cualquier tipo de impacto fuerte, incluso si permanece intacto, el mecanismo de suspensión se ve comprometido. Cuando esto sucede, el casco debe reemplazarse.

Lo que sus empleados deben hacer para usar un casco de forma segura

Solo use cascos aprobados fabricados para cumplir con los estándares requeridos de la industria. Para la máxima protección, elija el casco más adecuado para el trabajo que se está realizando. Un casco que se ajusta correctamente será el más cómodo y proporcionará la mejor protección. Use una correa de barbilla si así viene el casco, ya que esto ayuda a evitar que el casco se caiga.

Al realizar una inspección de un casco, buscar daños es un buen punto de partida. Una prueba rápida es apretar los lados del casco y sentir si hay alguna señal de daño. ¿Hace un sonido seco o estallido que indicaría que una parte podría estar rota?

Los cascos deben reemplazarse si:

  • Tienen abolladuras, grietas, mellas, deshilachados o roturas en las correas o la suspensión
  • Si tienen más de cuatro años
  • Si se están descoloriendo, con aspecto polvoso o están quebradizos
  • Si han sufrido un impacto

También es importante saber que el sistema de suspensión podría necesitar reemplazarse antes de que el casco llegue a su fecha de vencimiento. Depende de las recomendaciones del fabricante y de la frecuencia con la que una persona use el casco. Por ejemplo, al usar un casco todos los días, probablemente será necesario reemplazar la suspensión antes de que el casco venza. Pero, si solo se usa un par de horas a la semana, entonces el sistema de suspensión debería durar tanto como el casco.

Mantener el casco limpio puede ayudar a que dure más tiempo. La mayoría de los fabricantes recomiendan limpiar el casco con jabón suave y agua tibia y dejarlo secar al aire. Nunca use solventes ni ningún tipo de productos químicos agresivos porque pueden dañar la carcasa y el sistema de suspensión.