Muchos conocemos la rima de “Leaves of Three, Let It Be” (Hojas de tres, déjalas ser) advirtiéndonos que debemos alejarnos del roble venenoso. Sin embargo, no todos están conscientes de que algunas de las plantas que vemos a diario en nuestros hogares, en el trabajo y en el jardín de la casa, también pueden provocar reacciones cutáneas similares.

Puede parecer sorprendente que el contacto con los tulipanes o con los narcisos puede causar dermatitis o alergias cutáneas. Pero, de hecho, sí causan dermatitis, especialmente en aquellos que manipulan este tipo de plantas a lo largo de su jornada de trabajo. Los jardineros y aquellos que trabajan en viveros de plantas manipulan esas plantas a diario, también las podan para mantenerlas sanas y con apariencia agradable.

El problema radica en el proceso de poda y recorte. Al cortar las partes de la planta, se libera savia desde el interior. Esa savia tiene una composición muy similar a la del roble venenoso, y causa reacciones en la piel. Esas reacciones pueden provocar desde una incomodidad de corto plazo hasta un problema médico de largo plazo.

Qué necesitan saber sus empleados

El primer signo de problema es una erupción, a menudo acompañada por comezón. Esta podría ocurrir inmediatamente o podría ocurrir unas cuantas horas después del contacto.

Los trabajadores quizá terminen buscando tratamiento para la erupción cutánea, pero la reacción inmediata es por lo general rascarse la comezón. Sin embargo, al hacerlo, pueden hacer que la erupción se extienda por la piel hasta provocar laceraciones y exposición a infecciones. Al rascarse la comezón puede también hacer que la savia se adhiera a los dedos, aumentando el riesgo de extenderla.

En casos más graves, la exposición a la savia de la planta puede provocar urticaria y ampollas. Esto requerirá tratamiento médico y la recuperación tomará más tiempo. Eso es también un probable signo de una alergia grave que puede impedir que el empleado siga trabajando como jardinero, empleado del vivero de plantas o de tipos similares de trabajo.

Qué necesitan hacer sus empleados

La reducción al mínimo del riesgo de exposición de los trabajadores a la savia de las plantas comienza con el equipo de protección personal. Los empleados deben siempre usar guantes, camisas de manga larga, pantalones y zapatos con puntera cerrada para cubrir la piel tanto como sea posible.

Los empleados deben también evitar acciones tales como utilizar la manga de la camisa para limpiarse el sudor en el rostro o en la frente. Cualquier residuo de savia en la ropa puede transferirse a la piel y causar la misma reacción alérgica antes indicada. Un pañuelo es una solución posible para limpiarse el sudor.

Si en el transcurso del trabajo aparecen erupciones en la piel de los trabajadores, estos deben abandonar el área de trabajo, lavarse con agua y jabón y aplicarse primeros auxilios según corresponda.

En su reunión de seguridad

Sus empleados deben estar alerta ante los tipos de plantas que probablemente los expondrán a riesgos de sufrir irritaciones de la piel.

Además, identificar la ropa más adecuada que se debe usar en el campo y recordarles a sus empleados que deben estar bien cubiertos, incluso cuando llegan los meses cálidos de verano, es siempre la mejor opción. Aconséjeles que no deben frotarse el rostro, la frente ni otras partes expuestas de la piel con las mangas de la camisa, ni con cualquier otra parte de su ropa.

Bríndeles información acerca de qué buscar en términos de irritaciones cutáneas y qué hacer si estas ocurren en el trabajo. Su proveedor de atención médica es una buena fuente de información para esto, y también puede indicarle cómo tratar las irritaciones de la piel.

Así que, recuerde “Leaves of three, let them be” (Hojas de tres, déjalas ser) es un buen lema para evitar el contacto con el roble venenoso. Pero nadie desea evitar los tulipanes, los narcisos y plantas parecidas. Cuando se trate de manipular estas plantas, vístase según la ocasión y evite el contacto con la piel expuesta. Y no se olvide, no se rasque la comezón.