Quizás la violencia en el trabajo no pueda eliminarse por completo, pero hay cosas que pueden hacerse para minimizarla. Los factores claves son estar conscientes y preparados.

Evalúe la seguridad en todos los sitios de trabajo, establezca un plan de seguridad para cada uno de ellos, y actualice dicho plan periódicamente. La probabilidad de que surja la violencia es mayor en ciertos trabajos que incluyen contacto con el público, trabajo de noche o en horas tempranas de la mañana, intercambio de dinero, entrega de mercancías o servicios, empleos de alto estrés, áreas de alto índice de crimen y trabajos solitarios o en grupos pequeños.

Inicie medidas de seguridad. Mejore la seguridad por medio de alarmas, cámaras de TV a circuito cerrado o guardias. Cierre con llave las puertas para limitar el acceso al público. Aumente la visibilidad con entradas y salidas bien iluminadas. Proteja a los trabajadores con ventanas, tabiques o mostradores anchos y altos. Cambie las políticas de manejo de dinero en efectivo o instale cajas fuertes donde se deje caer el efectivo. Organice los muebles de manera que los trabajadores no puedan resultar atrapados por un malhechor. Elimine las armas potenciales de las mesas (tales como tijeras, engrapadoras y pisapapeles).

Tenga cuidado al contratar. Nunca debe contratarse a nadie sin verificar sus referencias.

Comunique en forma clara las políticas de la Empresa relacionadas con la violencia y las represalias. Los manuales de los empleados deben explicar cuál comportamiento es aceptable y cuál no lo es, y lo que se hará (y quién lo hará) en caso de violencia. Deben contener criterios por escrito en cuanto a reportar incidentes y las repercusiones en caso de que ocurra un incidente. La respuesta de los empleadores debe ser previsible y uniforme.

Cree de antemano niveles de autoridad claros y procedimientos para manejar el riesgo de, y la respuesta en caso de, violencia. Si se identifica un riesgo de violencia, las víctimas potenciales o los blancos de ataques deben ser avisados junto con las demás personas que puedan resultar afectadas, tales como supervisores o personal de oficina.

Entrene a los trabajadores para que aprendan a reconocer los indicios de posible violencia. Los indicios que se mencionan más comúnmente son: historial de comportamiento violento, una obsesión con las armas, llevar armas escondidas, amenazas verbales, paranoia, ser solitario, obsesión con el trabajo, guardar rencor, acciones físicas en el sitio de trabajo, comentarios extraños o expresiones de desesperación extrema con motivo de problemas familiares recientes, problemas financieros o personales. Los empleados deben tomar seriamente cualquier amenaza y reportar cualquier comportamiento sospechoso o extraño.

Los empleados deben recibir entrenamiento sobre técnicas de respuestas no violentas y resolución de conflictos, con el objeto de reducir los riesgos de que situaciones volátiles conduzcan a la violencia física. También deben recibir entrenamiento sobre cómo responder a una situación de violencia.

La violencia en el sitio de trabajo afecta tanto a los empleados como a los empleadores. Afecta no sólo a los que resulten asaltados, sino también a los que presencien el acto. Puede afectar de forma negativa a la reputación futura de un negocio.