El polvo de madera creado al cortar, modular o lijar madera es un verdadero fastidio. Sin embargo el polvo de madera también puede ser un peligro serio tanto para la salud como para la seguridad si no se controla debidamente.

Sus efectos sobre el sistema respiratorio son la principal preocupación en cuanto a la salud. La inhalación excesiva de polvo de madera puede causar irritación y sangrado en la nariz, inflamación de los senos frontales, dificultad al respirar, resfriados prologados, y disminución en el funcionamiento de los pulmones. Algunas especies de madera son alérgenos: tras exposiciones repetidas, la persona se puede volver alérgica al polvo. Esto con frecuencia conduce al desarrollo del asma. El cedro rojo occidental es conocido como alérgeno y causa del asma.

Efectos sobre la piel y los ojos también son posibles. El contacto repetido con el polvo de madera puede producir dermatitis, una inflamación de la piel. Los síntomas pueden incluir rojez, picazón y agrietamiento de la piel. La dermatitis puede ser resultado de la irritación o puede ser una reacción alérgica. El polvo de madera también puede causar irritación en los ojos.

El polvo de madera es un carcinógeno conocido en los seres humanos. La exposición ocupacional al polvo de madera puede causar cáncer en los senos frontales y las cavidades nasales. Sin embargo, este riesgo puede estar limitado a ciertas especies de maderas, tales como el roble, haya, abedul, caoba, teca y nogal.

Cal/OSHA tiene niveles máximos de exposición permitidos (PEL, por sus siglas en inglés) que regulan la cantidad de polvo de madera que los trabajadores tienen permitido respirar. La Conferencia Americana de Higienistas Industriales Gubernamentales (ACGIH, por sus siglas en inglés) ha establecido límites de exposición más estrictos para el polvo de madera. Aunque no constituyen requisitos obligatorios bajo la ley, los límites de la ACGIH, conocidos como valores límite de umbral (TLV, por sus siglas en inglés), deben cumplirse siempre que sea posible.

Los controles por ingeniería, tales como sistemas de ventilación locales por extracción (LEV, por sus siglas en inglés), deben usarse para prevenir la exposición excesiva si es posible. Los sistemas LEV, sin embargo, deberán estar debidamente diseñados para prevenir peligros potenciales de incendio y explosión.

Los equipos de respiración pueden usarse cuando no es factible usar los controles por ingeniería, o éstos no controlan el polvo adecuadamente. Debe implementarse un Programa de Protección a la Respiración si se requieren equipos de respiración.

El buen orden y aseo son importantes. El polvo de madera en los pisos puede causar resbalones y caídas, y la acumulación de polvo de madera sobre las superficies presenta un riesgo serio de incendio. Pero el uso de aire comprimido para limpiar las superficies devuelve el polvo a la atmósfera, creando peligros potenciales a la salud y peligros de incendio. El método preferido para limpiar el polvo de madera es con aspiradora. Sin embargo, para prevenir incendios y explosiones, el equipo de limpieza por aspiradora deberá estar aprobado para ubicaciones Clase II, División 1, Grupo G.