Ya sea que se deba a la carga de trabajo, a trabajar en empleos adicionales para tener más ingreso o por actividades después del trabajo los resultados son los mismos: muchos trabajadores llegan al trabajo demasiado cansados o privados de sueño. La privación del sueño o la fatiga puede afectar la capacidad manual del trabajador, el tiempo de reacción y lo alerta que esté. La fatiga del trabajador o la falta de sueño pueden afectar el juicio y la seguridad. Y los trabajadores no son los únicos que sufren las consecuencias del desvelo en el trabajo: esto les cuesta dinero a los empleadores y, en algunos casos, ponen la seguridad del público en riesgo.

Los estudios muestran que los trabajadores no sólo están durmiendo menos de lo que deberían; están durmiendo menos de lo que lo dormían antes. El principal peligro surge cuando los trabajadores no se dan cuenta de que están cansados y van al trabajo como si estuvieran bien. Los trabajadores que tratan de funcionar sin dormir lo suficiente, tienen una capacidad reducida para reconocer o evitar los riesgos. Tienen un tiempo reducido de reacción y no responden adecuadamente. Su calidad y cantidad de trabajo se reducen. Tienen un peor historial de seguridad y contribuyen a elevar los costos de los programas de compensación a trabajadores.

Los trabajadores deben asumir la responsabilidad de descansar lo suficiente. Deben decidir cuántas horas necesitan dormir para funcionar óptimamente. Deben examinar sus actividades fuera del trabajo para ver cómo están afectando sus horas de sueño. Si sienten que no han dormido lo suficiente para funcionar bien en el trabajo, deben tomar un día de enfermedad o vacaciones para recuperarse. Durante su turno de trabajo, deben notar cuándo pierden la concentración o comienzan a quedarse dormidos. Cuando se dan cuenta de que se distraen, necesitan levantarse y estirarse o caminar alrededor o comer un bocadillo. Una charla casual puede ayudar a mantenerse bien despierto y a mejorar en lugar de perjudicar la productividad. Ya que la deshidratación aumenta el efecto de la fatiga, los trabajadores deben beber más agua durante el día.

Aunque los hábitos de sueño de los trabajadores están bastante fuera del control de los empleadores e incluso de su influencia, los empleadores necesitan estar atentos a los efectos de la fatiga del trabajador y hacer los ajustes para que los trabajadores puedan hacer sus trabajos con más seguridad y eficacia. Aunque no hay solución que se pueda aplicar a todas las situaciones de trabajo, hay cosas simples que los empleadores o los supervisores pueden hacer acerca de la privación de sueño en el trabajo. Los empleadores pueden educar a los trabajadores en los efectos del sueño inadecuado y la fatiga que causa. Pueden evaluar al personal y asignar tareas para optimizar el desempeño y la seguridad. Si el trabajador está demasiado cansado, exigir que trabaje después de un turno de trabajo regular puede aumentar el riesgo de accidentes o lesiones.

Para garantizar una buena noche de sueño, la Fundación Nacional del Sueño sugiere que las personas hagan ejercicio durante el día, establezcan un horario regular de sueño y se relajen antes de ir a dormir. Antes de irse a dormir, deben evitar las comidas pesadas o la cafeína, consumir menos o evitar el alcohol y la nicotina, y beber menos líquidos que podrían perturbar el sueño. La Fundación advierte que ciertos medicamentos o auxiliares para dormir pueden en ocasiones interferir con el sueño natural.

La fatiga del trabajador debida al descanso inadecuado puede afectar más que a la persona en sí. Puede tener efectos catastróficos de seguridad o financieros en los compañeros de trabajo, las familias, el negocio e incluso, dependiendo del trabajo, en el público en general. Los trabajadores necesitan dormir lo suficiente antes de ir a trabajar. Se lo deben a sí mismos y a los demás.