Las vacas están felices en California; y también lo están los trabajadores en lecherías bien capacitados y conscientes de los peligros. Si usted trabaja con animales en una lechería o en la operación de una lechería, asegúrese de estar bien capacitado para reconocer los peligros potenciales y prevenir posibles lesiones o enfermedades. Capacítese en las buenas prácticas de trabajo específicas para cada tarea, material y equipo. Conozca cuáles equipos de protección personal (PPE, por sus siglas en inglés) debe usar para ciertas tareas y cuáles precauciones de seguridad debe tomar al manejar sustancias químicas o al entrar en áreas con atmósferas peligrosas.

La mayoría de las lesiones a los trabajadores en lecherías incluyen esguinces y distensiones, fracturas de huesos, resbalones, tropezones y caídas, así como enfermedades relacionadas con los animales. Cuando se inquietan, las vacas y los toros se pueden mover rápidamente con bastante impulso y peso. Conozca las causas de las reacciones violentas de los animales; separe a las vacas de los toros, vacas protectoras con terneros recién nacidos y/o vacas con dolores. Tenga rutas de escape y recintos protegidos en corrales y cercas. Acérquese a las vacas por delante para evitar patadas. Use botas resistentes de trabajo para protegerse contra patadas, pisotones y objetos que caigan. Unas suelas antideslizantes puede protegerlo contra resbalones, tropezones y caídas en campos lodosos y áreas de trabajo resbalosas.

Tenga precaución especial alrededor de portones y cercas cuando los animales estén en la cercanía. Los portones de entrada/salida y de control de los animales accionados por cilindros hidráulicos, aire comprimido o motores eléctricos, pueden cerrarse con fuerza, por lo que es necesario mantener alejadas las manos, los pies y el cuerpo de los puntos de cierre. Colóquese de manera que no pueda quedar atrapado entre la cerca y el portón si lo empuja alguna vaca que pasa.

¡Cuídese las manos! Use guantes resistentes de trabajo cuando maneje a los animales, pero quíteselos al acercarse a maquinarias en movimiento. No coloque los dedos ni las manos en los bordes de los recintos de ordeñar ya que las vacas pueden pisarlos o patearlos. Mantenga las manos y el cuerpo alejados de las tablas de los portones y de las cercas sobre los que las vacas puedan recostarse o empujar. Cuídese los dedos cerca de las máquinas automáticas de ordeñar, ya que éstas pueden causarle lesiones si mete las manos donde no se debe.

La mitad de las muertes de trabajadores en lecherías ocurren en accidentes de vehículos. Tome un curso de seguridad para conductores y ¡use SIEMPRE su cinturón de seguridad! Cumpla con las reglas de seguridad para tractores para evitar vuelcos y tractores fuera de control. No se suba a las salpicaderas de los tractores; viaje sólo en los asientos designados con cinturón de seguridad. No se suba a los remolques para heno; detenga el remolque por completo al descargar el heno.

Usted puede contraer trastornos respiratorios por respirar polvo contaminado con orina y estiércol, por lo que se deben mantener limpios los pisos del patio y de la lechería. Maneje y almacene los desperdicios para que no los vuele el viento ni se produzcan malos olores. Use las prácticas correctas para el ensilaje y la producción de abono orgánico para que los alimentos húmedos y fermentados, y los pastos no creen moho. Lávese las manos con frecuencia y siempre antes de comer, beber o fumar para prevenir la transmisión de enfermedades relacionadas con los animales.

Cumpla con las instrucciones para mezclar las sustancias químicas de limpieza y desinfección. Use un delantal y guantes de hule para protegerse la ropa y la piel. La exposición repetida a las sustancias químicas a largo plazo puede producirle sensibilidad en la piel. Use gafas de protección y caretas para protegerse contra salpicaduras accidentales. El agua caliente lo puede quemar y también desprender vapores cuando se le añaden sustancias químicas.

Asegúrese de tener pasamanos instalados alrededor de la laguna de aguas negras y del pozo de estiércol. Los pozos de estiércol cerrados se deben tratar como espacios reducidos debido al peligro de envenenamiento por los vapores que contienen. Tenga cuadrillas y equipos de rescate disponibles en caso de que surja alguna emergencia. Revise que las pilas de heno no se inclinen para evitar que puedan caer sobre los trabajadores y sepultarlos. Y por último, sepa a quién llamar y lo que se debe hacer en caso de una lesión o emergencia médica.